Por América estrenando presidentes, pero en Venezuela todo “normal”

Las cosas andan movidas por este lado del mundo. Luego de cuatro días contando votos, finalmente el candidato demócrata, Joe Biden, ha ganado las elecciones presidenciales de EE.UU., aunque Donald Trump se niega a aceptar su derrota.
Luce muy complicada la gobernabilidad para Biden en un escenario social tan polarizado y con un enemigo especialmente poderoso como Trump. Sería interesante conocer las líneas de la política internacional de Biden, aunque si son las mismas que estableció cuando fue vicepresidente de Barack Obama, ya es bastante predecible su actuación. Mismo perro con diferente collar.
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) November 10, 2020
Hacia el sur ya se instaló el gobierno del presidente electo de Bolivia, Luis Arce, país al que también regresó el expresidente Evo Morales, luego de haber permanecido un año en el exilio en Argentina. Pese a la pandemia, a los latinos nos encanta una celebración y se fueron casi todos los presidentes a La Paz para asistir a la toma de posesión de Arce (casi todos porque Nicolás Maduro no fue). No importa que tengamos casi 12 millones de personas contagiadas en América Latina. No importa el riesgo de movilización de centenares de personas, miembros de protocolo y delegaciones presidenciales. Lo importante era celebrar con Luis Arce y tomarse la foto respectiva.
Gracias a las hermanas y hermanos Presidentes y representantes de diferentes delegaciones del mundo que acompañan nuestra posesión. #VamosASalirAdelante pic.twitter.com/klyDGMT1yH
— Luis Arce Catacora (Lucho Arce) (@LuchoXBolivia) November 8, 2020
Apenas en Bolivia nombraban su nuevo gabinete ministerial cuando, al ladito, en Perú, el congreso inició un segundo juicio político a Martín Vizcarra y lo destituyó por “incompetencia moral”. La verdad es que si aplicaran ese mismo criterio a varios presidentes del continente, no sólo quedarían destituidos, sino condenados.
Querido Pueblo Peruano:
Durante estos dos años y ocho meses de gobierno ustedes han sido mi mayor soporte y fortaleza. Juntos construimos este camino, a pesar de la adversidad. Me voy con la conciencia tranquila, la frente en alto y el deber cumplido. Hasta otra oportunidad.— Martín Vizcarra (@MartinVizcarraC) November 10, 2020
Nicolás Maduro dijo este fin de semana que vamos tan bien con el coronavirus (apenas unos 95 mil casos y más de 800 muertes) que, si seguimos así, a partir del primero de diciembre podría decretar “flexibilización” todo ese mes, para ir a votar el seis de diciembre. Y después de eso, mucha fiesta y celebración. A ver quiénes sobreviven al fin de año sin contagio, después de tanta “flexibilización” con campaña y elecciones de por medio.
Según la Asamblea Nacional opositora, la inflación acumulada ya registra 1.798%. El deterioro socioeconómico sigue en ascenso, junto con las protestas constantes y censuradas de la ciudadanía para exigir gas, agua, electricidad o gasolina.
La semana pasada, la Corte Penal Internacional en la Haya ratificó que existen suficientes indicios sobre crímenes de lesa humanidad en Venezuela. El gobierno de Maduro guarda un silencio discreto.
⚖️ Fiscal de la #CPI determinó que existían fundamentos razonables para creer que en Venezuela han ocurrido delitos de competencia de la Cortehttps://t.co/g2W7hNVHho
— Cepaz (@_CEPAZ) November 5, 2020
El 2020 se llevó a Jeanine Áñez en Bolivia; a Martín Vizcarra en Perú; y a Donald Trump en Estados Unidos. Pero Maduro sigue allí, atornillado en su silla, viviendo en su régimen de opulencia, mientras culpa a otros de su ineficiencia. La pregunta se mantiene sin respuesta: ¿Hasta cuándo?