Cada día más africanos usan el dinero móvil

El uso del dinero móvil no deja de crecer en cada vez más países de África. Tradicionalmente, Kenia, Costa de Marfil, Senegal y Sudáfrica han llevado la delantera, pero poco a poco se han ido incorporando otros países como Ruanda o Ghana.
El dinero móvil es una tecnología que permite a las personas recibir, conservar y usar dinero mediante su teléfono móvil. También se le suele conocer por monedero móvil o por el nombre de la plataforma específica.
Un claro ejemplo es M-Pesa, una plataforma lanzada por Safaricom, la compañía telefónica más importante de Kenia en 2008. Según datos de la propia compañía, el 73% de la población adulta del país usaría este servicio y movería casi millón y medio de euros al mes. Transferencias de dinero, pago de servicios, de colegios o universidades, de restaurantes… con solo marcar un número de teléfono es algo ahora posible para miles de personas que normalmente no tienen acceso a servicios financieros. Un sistema que en África ha cambiado la forma de hacer negocios y genera nuevas iniciativas comerciales que se convierten en oportunidades económicas para los habitantes del país.
En 2019, 50 millones de africanos subsaharianos crearon una nueva cuenta de dinero móvil a través de un teléfono móvil, lo que representa un aumento del 12% en comparación con 2018 y eleva el número total de usuarios a 469 millones en toda la región. Se estima que 181 millones de ellos son usuarios activos. África es, con mucho, el continente líder en servicios de dinero móvil. Sin embargo, el crecimiento es desigual de una región a otra.
Este crecimiento desigual tiene mucho que ver con la facilidad de acceder a los servicios financieros. En los países en que es mayor, como en la zona del sur de África, el dinero móvil es menos utilizado, con solo tres millones de usuarios. En cambio, en África oriental hay 102 millones, en África occidental 56 y en África central 20. Esta última región está haciendo un esfuerzo muy grande para ponerse a la altura de las otras. La pandemia de covid-19 ha supuesto un impulso al uso de estos servicios, al promocionar las entidades financieras el uso del dinero móvil frente a la presencialidad. Este empujón habría elevado el número de usuarios de este servicio en 2020 a más de 500 millones.
También, la petición y concesión de microcréditos está cada vez más ligada a estos servicios. Rapidez y facilidad favorecen la puesta en marcha de innovadoras iniciativas, muchas de ellas en manos de mujeres y jóvenes que son los principales usuarios de estos servicios en todo el continente.
Son muchos los factores que concurren en este fenómeno. Pero, quizás, entre todos ellos destaque la fuerte tasa de penetración de los teléfonos móviles en África subsahariana lo que hace posible el uso generalizado de los servicios de dinero móvil, particularmente en las zonas rurales, las más afectadas por la carencia de servicios financieros. También es digno de destacar el esfuerzo regulatorio realizado por muchos Estados para ordenar el sector y facilitar su funcionamiento. Igualmente el enorme despliegue de las infraestructuras de telefonía móvil favorece este servicio.
En algunas partes de África también se está dando los primeros pasos para instalar la tecnología 5G, lo que representará un salto cuántico en el mundo digital que colocará a las compañías de telecomunicaciones en el centro de los desarrollos futuros. La velocidad a la que 5G hace que los datos sean viables abre la puerta a una revolución de las telecomunicaciones donde los servicios financieros móviles tendrán un gran papel que desempeñar.